Afrontar un cambio siempre es un reto. Tras un confinamiento en el que se han puesto a
prueba nuestras capacidades para sobrellevarlo y ha puesto de manifiesto nuestras
dificultades e intensificado otras, ahora viene una etapa de afrontamiento y retomar
nuestras vidas.
Surgen dudas, “perezas”, resistencias, u otros estados emocionales con los que
no conseguimos conciliar. La idea es compartir una de varias reflexiones que han surgido a
raíz de esta situación pandémica.
La primera reflexión tiene que ver con el impacto que ha producido esta crisis en nuestra sensación de pseudocontrol sobre nuestras vidas. Descubrir o re-descubrir la vulnerabilidad nos coloca en un lugar de incertidumbre que sin duda tendrá impacto en acciones futuras que tenemos o queremos desarrollar en este nuevo recorrido. Lo paradójico de la situación es sentirnos atrapados en esta sensación de incertidumbre justo cuando vamos a ser libres.
¿Cómo afrontar esta situación de incertidumbre?
¿Cómo dar el primer paso?
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El mejor aprendizaje
“La verdadera seguridad proviene solo del confort de la inseguridad. Sentirnos bien con el flujo de las cosas, estar bien al estar inseguros, esta es la mayor seguridad, pues nada puede sacarnos de nuestro eje Mientras intentamos solidificar, parar el flujo del agua, apresarla, mantener las cosas de la forma que son, porque esto nos hace sentirnos seguros y protegidos, tenemos problemas”. Tenzin Palmo